El despido improcedente es una situación que puede generar muchas dudas entre los trabajadores que han perdido su empleo.

En este artículo, explicamos en qué consiste, cuáles son sus implicaciones legales y cómo puedes reclamar si te encuentras en esta situación.

¿Qué es un despido improcedente?

El despido improcedente se produce cuando una empresa decide prescindir de un trabajador sin una causa justificada o sin seguir el procedimiento legal adecuado. Según el Estatuto de los Trabajadores, un despido puede ser declarado improcedente si:

  • No existen razones objetivas o disciplinarias suficientes para justificar la desvinculación.
  • No se ha seguido el procedimiento establecido en la legislación laboral.
  • No se han aportado pruebas claras que justifiquen el despido.

¿Cómo se determina la improcedencia de un despido?

Cuando un trabajador impugna su despido, un juez de lo social es el encargado de determinar si este ha sido procedente, improcedente o nulo. Si el despido es declarado improcedente, la empresa tiene dos opciones:

  1. Readmitir al trabajador en su puesto de trabajo y abonarle los salarios dejados de percibir desde la fecha del despido hasta la sentencia.
  2. Indemnizar al trabajador, con una compensación que varía según la antigüedad del empleado:
    • Para contratos firmados antes del 12 de febrero de 2012: 45 días de salario por año trabajado hasta esa fecha y 33 días por año trabajado después.
    • Para contratos posteriores al 12 de febrero de 2012: 33 días de salario por año trabajado, con un máximo de 24 mensualidades.

Pasos para reclamarlo

Si crees que tu despido no ha sido justificado, sigue estos pasos para reclamar:

  1. Revisar la carta de despido: Es fundamental analizar el motivo alegado por la empresa y comprobar si cumple con los requisitos legales.
  2. Presentar una papeleta de conciliación: Antes de acudir a los tribunales, es obligatorio intentar llegar a un acuerdo con la empresa a través del Servicio de Mediación, Arbitraje y Conciliación (SMAC).
  3. Demanda ante el juzgado de lo social: Si la conciliación no da resultado, se puede presentar una demanda en el plazo de 20 días hábiles desde el despido.
  4. Esperar la sentencia: Un juez evaluará el caso y decidirá si el despido es procedente, improcedente o nulo.

El despido improcedente es una situación que afecta a muchos trabajadores, pero existen mecanismos legales para impugnarlo y obtener una indemnización o la reincorporación. Contar con el asesoramiento de un abogado laboralista es clave para llevar a cabo el proceso con éxito y defender tus derechos.

Si necesitas ayuda para reclamar un despido improcedente, contacta con un profesional en derecho laboral para recibir asesoramiento personalizado.